Casa Co: el albergue de los emprendedores

Lleva un año en funcionamiento y ha logrado conquistar a más de 100 emprendedores y 15 proyectos. Casa Co, la entidad que promueve la colaboración en el emprendimiento.

Cambiar el mundo desde el trabajo colaborativo fue el espíritu que unió a Nicolás Shea, Cristóbal Undurraga y Catalina Boetsch a crear la Casa Co, un lugar que une a emprendedores que buscan, de una u otra forma, generar impacto en sus industrias.

Este espacio, ubicado en una casona en la calle Alcántara en la comuna de Las Condes, reúne a más de 100 emprendedores y 15 proyectos de diferentes áreas que conforman la Comunidad Co, un grupo de personas que cree firmemente en el poder de la economía colaborativa en el desarrollo de un negocio.

Al interior de la Casa Co se pueden encontrar proyectos orientados a la tecnología, hasta una plataforma de crowdfunding. Empresas en las que, según cuentan sus fundadores, ha sido clave el rol de la Comunidad Co para el desarrollo de sus firmas. Karun, Broota, Uanbai, Lab4U, entre otros, son algunos de los emprendimientos que decidieron hacer escalar sus negocios a través de esta comunidad.

El pasado 15 de marzo, la Casa Co celebró su primer año en funcionamiento y quienes son parte de la comunidad, cuentan por qué la colaboración es relevante en el desarrollo de un negocio.

El modelo

No se definen como una aceleradora ni como un cowork. La Casa Co se presenta como una plataforma que potencia el desarrollo de una firma. “Nos dimos cuenta que había una necesidad. A medida que los proyectos crecían se iban quedando solos. En la etapa en que necesitaban crecer, hacer clientes y sobrevivir, no había apoyo”, explica Catalina Boetsch, una de las fundadoras.

La Casa Co fue creada por tres personajes reconocidos en el mundo emprendedor: Nicolás Shea, fundador del programa Start-Up Chile; Catalina Boetsch, miembro del equipo inicial del mismo programa y Cristóbal Undurraga, ex gerente de emprendimiento de Corfo. Entre ellos, buscaron una solución a esa necesidad de apoyo a emprendedores que ya estaban en etapas más avanzadas y, al mismo tiempo, dar visibilidad a las cosas buenas que estaban pasando en el país.

“La Casa Co surgió en un contexto en el que todo estaba en cuestionamiento. La política, los empresarios, las instituciones, y no había espacio para las cosas buenas que estaban pasando en el país”, cuenta Carolina Rossi, miembro del equipo.

En conjunto, los fundadores idearon un sistema en el que los emprendimientos con potencial de crecimiento tuvieran la oportunidad de hacer escalar sus negocios, todo esto, a través de un modelo colaborativo en el que la confianza en los otros es fundamental.

“Creemos que el pilar de este modelo son las personas. Por eso organizamos actividades colaborativas; tenemos almuerzos de fundadores en los que se juntan los líderes de cada equipo y conversan. A veces, se da la instancia para que un líder, por ejemplo, pueda decir que está complicado con los sueldos y el resto lo aconseja. También tenemos desayunos, clases de salsa, talleres, asados, y un sinfÍn de cosas. La idea es formar lazos que van más allá de lo comercial”, explica Boetsch.

La Casa Co, según afirman las personas que forman su comunidad, no sólo trata de actividades en conjunto y espacios compartidos. “Aquí se han generado una serie de dinámicas reales de colaboración que se reflejan no sólo en el día a día de la operación del espacio, sino en alianzas y acciones que están ocurriendo entre las empresas que hacen parte de esta red”, afirma Carolina Rossi.

La comunidad

“Las empresas que trabajan acá tienen algo diferente. Aquí está Broota y con ellos estamos trabajando un tema de inversión. Como están acá, se puede coordinar todo de una manera mucho más sencilla (…) Son alianzas que si no estuviéramos juntos, serían más complejas de realizar”, cuenta Carolina González, administradora de Karun, firma que confecciona anteojos utilizando la madera de árboles nativos caídos y redes de pesca.

Los beneficios que tiene estar en un contacto permanente con otros proyectos y personas, es lo que más rescatan quienes llegaron a Casa Co.

“Aquí la red de trabajo es maravillosa. Tienes redes de contactos, mentorías, asesoramiento y te permiten trabajar independientemente. Para empresas que somos pequeñas y con poco personal, es super útil porque nos apoyamos entre nosotros”, cuenta Komal Dadlani, una de las fundadoras de Lab4U.

Compartir la forma en que se deben hacer las cosas, es otro factor relevante para los proyectos que escogieron a Casa Co como plataforma de crecimiento. “Para nosotros es súper importante que los otros proyectos que están en la casa compartan la idea de que los proyectos no deben generar externalidades negativas en la sociedad. Estar en un mismo lugar con proyectos que comparten tu postura, ayuda mucho”, explica José Antonio Berrios, fundador de la plataforma de crowdfunding, Broota.

Las redes de contactos es otro de los aspectos más valorados. “Venimos de un mundo muy científico y estar acá nos abrió las puertas, porque el emprendimiento se entiende de una manera distinta”, asegura Diego Belmar, socio co-fundador Phage Technologies.

“Nosotros nacimos en un laboratorio de investigación pero era distinto; no estaba el sentido de urgencia (…). La Casa Co nos pareció una buena idea porque queríamos rodearnos de empresas que estuvieran la misma parada que nosotros”, cuenta  Tomas Barros, gerente general E-Voting,  plataforma de voto online.

Juan Pablo Larenas, director ejecutivo de Sistema B, firma que promueve la certificación B (modelo que combina el lucro con la sustentabilidad), sostiene que estar en la casa permite compartir ideales. “Nos agrega mucho valor. Al estar acá, a todos los que son parte de la comunidad el tema de las empresas B les comenzó a interesar”, asegura.

Fuente: www.latercera.cl