Oportunidades para el futuro.

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TENEMOS LA OPORTUNIDAD HISTÓRICA DE CREAR UN NUEVO PAÍS

Los emprendedores de hoy somos quienes estamos formando las empresas del futuro, hoy se estima que las pymes dan trabajo al 80% de la fuerza laboral, por ende, crear empresas que permitan generar felicidad en el trabajo para sus colaboradores debe ser prioritario en nuestra visión a corto, mediano y largo plazo. Ya no basta con: crear empresas responsables con el medio ambiente y comunidades que nos rodean, pagar salarios justos, repartir utilidades o hacer asados o actividades outdoor cada cierto tiempo. Hoy es un deber ético ser responsables con nuestros propios colaboradores.

Por otra parte, el 15 de marzo recién pasado, la ONU publicó el Reporte de Felicidad ubicando a Chile en el puesto número 24 del ranking, dejándolo así en segundo lugar en  Latinoamérica (después de Brasil que se ubica en el puesto 17). A primera vista esta es una buena noticia, sin embargo, al buscar estudios que hablen específicamente respecto del ámbito del trabajo, encontramos el primer Estudio Nacional de Felicidad en el Trabajo realizado por Japiworks. Este estudio fue publicado el 9 de octubre del año recién pasado, y el podemos rescatar resultados cómo que: sólo el 41% considera justo lo que gana en el trabajo el 62% se siente estresado y lo que es más preocupante aún, el 87% se siente algo o bastante frustrado con su trabajo.

happiness

La felicidad no es una emoción reactiva a un solo estímulo, como puede ser el miedo o la alegría, sino más bien un estado más o menos duradero que va a depender de nuestras circunstancias y de cómo las interpretemos. La felicidad no se genera por obtener un resultado esperado, sino que está dado por el camino que emprendemos para lograr ese objetivo. En el  caso del trabajo, se relaciona directamente con el nivel de compromiso que tenemos con el mismo, con nuestro equipo, el supervisor y finalmente con nuestra empresa.

La receta para lograr el compromiso de quienes trabajan con nosotros está dada por la comunicación que tenemos con ellos, cómo transferimos la pasión que nosotros sentimos por nuestros proyectos, cómo los retroalimentamos a diario sobre lo que están haciendo bien y/o sobre cómo hacer mejor las cosas que hoy no se están haciendo bien. Lo más importante es lograr que perciban que su trabajo tiene impacto directo en los resultados que tenemos como empresa.

Uno de los errores más comunes que se cometen en las empresas hoy, es creer que todos son iguales y crear beneficios que pensamos, motivan a todos por igual. Al hablar de felicidad, lo que las empresas deben hacer no es buscar fórmulas generales para “dejar a todos contentos”, sino más bien medir el Coeficiente de Optimismo de cada uno de nuestros colaboradores y a partir de estos resultados generar ambientes propicios para entregar las condiciones necesarias para que la felicidad individual ocurra.

Es nuestra responsabilidad proveer de un sentido individual a los distintos puestos de trabajo que estamos creando, es esencial conocer la subjetividad de cada miembro de nuestro equipo y a partir de este conocimiento, adaptar nuestras estrategias, nuestro liderazgo y nuestra comunicación de forma que podemos impactar a cada uno de ellos de forma efectiva. Sólo de esta forma podemos contribuir significativamente a construir un país más feliz.

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