Mi experiencia (y recomendación) como inversionista ángel (en Broota)

Compartir:

— «No ponga todos los huevos en la misma canasta, mijito».

De niño tengo grabada esa frase de mi abuela Ramona. Abuelos, tíos, padres, primos y toda la gente mayor siempre nos dio ese consejo. Y cuánta razón tenían. 

Esa misma frase cualquier persona podría aplicar en cualquier ámbito. Periodistas que —además de su empleo formal— “pitutean” escribiendo textos; veterinarios que —después de su horario laboral— hacen consultas a domicilio; ingenieros que hacen clases de matemáticas a estudiantes de educación básica por las tardes, etc. Hay ejemplos de todo tipo y probablemente todos con un objetivo distinto, pero todos bajo la lógica de diversificar.

Firulái “pituteando” para tener ingresos extra.

En las inversiones diversificar es lo mismo. 

No poner todos los huevos en la misma canasta es un acto de responsabilidad. Aún recuerdo que Cristián —un gran amigo de la universidad— siempre me decía con entusiasmo: «si me gano el Kino, me compraría muchas propiedades para ponerlas en arriendo y vivir de esa renta». En ese minuto tenía toda lógica y todos lo hubiésemos hecho, pero creo que no envejeció bien esa frase, al menos para mí en la práctica. 

Dolor de cabeza buscando el arrendatario idóneo, períodos sin arriendo, deterioro del mismo departamento, arreglos varios, son solo algunas de las cosas que he tenido que lidiar con esa inversión. Sé que es parte de; sin embargo, mi experiencia como inversionista en propiedades no es del todo bonita, así que —aunque tuviera la posibilidad de hacerlo— no destinaría todo en propiedades (ojo con el “todo”… sí una parte, evidentemente).

En fin. Por suerte en Chile tenemos distintas alternativas para invertir y ojalá no siempre se hable de inversión como un acto casi aristocrático o de élites, porque sinceramente todos lo podemos hacer. Incluso yo. Hoy se puede invertir desde medianos y bajos montos en muchas cosas. No detallaré en qué, porque me quiero centrar en una: ser inversionista ángel… perdón, corrijo: ser inversionista ángel en Broota.

¿Qué es ser inversionista ángel? 

Un inversionista ángel es una persona que invierte su propio dinero en empresas de etapa temprana o startups con alto potencial de crecimiento. ¿Qué obtiene a cambio? Recibe acciones con el fin de obtener retorno de inversión.

Lo anterior va envuelto en el denominado Venture Capital o Capital de Riesgo. Y sí, se le llama así porque efectivamente supone riesgo: así como puedes obtener altísimos retornos por esa inversión, también existe la posibilidad de que esa startup cierre o sencillamente a esa startup le vaya bien, pero no logre ese crecimiento exponencial que tanto esperabas.

En el caso de Broota, que es la plataforma donde puedo hablar con conocimiento de causa, no sólo se trata de invertir desde $500 mil pesos y “listo, nos vemos en 4 años más”. Invertir a través de Broota es un viaje que, entre otras cosas, implica:

  • Primero que todo, desligarse de procesos complicados, engorrosos y a veces burocráticos. Invertir en Broota es un proceso muy simple, informado y transparente.
  • Como inversionista, puedes ver oportunidades de startups ya filtradas y evaluadas previamente por Broota. Cuando vas a la feria el señor de las manzanas siempre busca tener la mejor fruta para que tú elijas la que quieres comprar. Bueno, en este caso es lo mismo y la decisión es tuya.
  • Tener acciones de una startup que tenga una visión, propósito o valores que compartes. En compañías que están solucionando aspectos del mañana. O simplemente ser parte de una startup que te identifique o que quieras apoyar por su impacto.
  • Estar conectado permanentemente a través de WhatsApp u otros canales comunicacionales junto a sus fundadores y equipo. 
  • A que puedas dar valor y participar activamente en las Juntas Ordinarias de Accionistas.
  • A ser un constante promotor de ideas, consejos y ser embajador de la startup (si le va bien a la startup en la que invertiste, a ti también te irá bien, obvio). 
  • E incluso un “apoyador” moral o colaborador más de la startup. Hemos tenido varios casos de inversionistas ayudando a startups con horas de trabajo real y también creando redes importantes.

— Me convenciste, ¿pero qué retorno tengo y cuánto debo diversificar?

Es la pregunta siguiente. Casi inmediata. Si bien no hay indicadores fijos, la literatura indica que de 10 startups, una logrará un éxito, una o dos harán recuperar la inversión y el resto quedaría en el camino, perdiendo esas inversiones. 

En el caso de Broota, ¿qué esperar al momento de diversificar? Según nuestra experiencia (considerando 17 startups), el 40% no logrará su objetivo, el 40% andará bien pero no acelerará y el 20% podría tener éxito. Por eso mismo se torna tan necesario diversificar. Algunos dicen que el mínimo debieran ser 10 startups y otros creen que con 20 “se sentirían muy bien” con lo invertido. Nuevamente, no hay receta ideal, aquí lo importante es “no poner todos los huevos en el mismo canasto”, tener una estrategia para diversificar dentro del mismo activo financiero.

— ¿Cómo y cuándo se obtiene el retorno?

«Yo no hago altruismo. O sea, bacán invertir en startups que me identifiquen, ¿pero cuándo podría tener algún tipo de retorno?» 

Es una buena pregunta. El retorno líquido se puede dar principalmente en dos procesos:

1.- Cuando la startup que invertiste es adquirida (total o parcialmente, algo que suele ocurrir en el ecosistema) por otro player, que en general es más grande. Esos son los famosos exit, que en Broota hemos vivido tres: 

  • con Cervecería Guayacán (Brootada en 2013 y que en 2018 Compañía Cervecera Kunstmann (CCK) adquirió el 50%), 
  • con Babytuto (Brootada en 2019 y adquirida por Walmart Chile a fines de 2021) y
  • con Pago Fácil (Brootada en 2017 y comprada en 2021 por la estadounidense Evo Payment y BCI y cuya rentabilidad fue de 36 veces lo invertido en quienes lo hicieron a través de Broota).

2.- Cuando optas por vender tu inversión a través del Mercado Secundario de Broota. «Necesito plata porque quiero invertirla en otra cosa, viajar o lo que quiera». En ese caso, puedes vender esa inversión que antes hiciste. Vas a nuestro Mercado Secundario, fijas el valor a vender y esperas a que haga match con un interesado en esas acciones. ¿En cuánto la vendo? Eso lo decides tú, pero te recomendamos que antes te informes acerca de cómo está la startup y ver los precios en que se ha transado últimamente. Así fijas un valor conveniente para ambas partes. La decisión es tuya, pero recuerda que si las vendes a un valor cuyo mercado no pagará, entonces no tendrás compradores.

Algo que encuentro muy interesante de Broota, además, es que como inviertes en promedio junto a 60 inversionistas (promedio de personas que participan de una campaña), es que al menos existe un número importante de personas que tienen la misma cantidad de información que tú. Por eso el Mercado Secundario funciona. ¿Te imaginas invirtieras solo? Nadie más tendría información y, por lo tanto, sería mucho más complejo vender tus acciones.

Con este artículo quiero contar que si bien hoy es una moda hablar de inversión ángel, donde incluso empresas muy tradicionales lo están promoviendo, se trata de un proceso que implica diversificar, que no es como en las películas que todo es bonito. Es un viaje que para que sea lindo, debe ser construido en base a estar bien informado y a la diversificación.

Si quieres invertir en Broota, el proceso es muy transparente, puedes conocer a las startups (las rondas exitosas previamente incluso) antes de invertir, asistir a sus pitchs, preguntar todo lo que quieras para que tu decisión sea absolutamente bien razonada.

 

Por Sebastián Martínez.

Compartir:

También te podría gustar...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *