La importancia de suscribir un acuerdo de vesting al asociarte con otro emprendedor o inversionista.

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Uno de los problemas relacionados a organizar un emprendimiento con varios socios suele estar dado por el nivel de compromiso de los miembros del equipo.

Es muy común que las vicisitudes propias de un negocio emergente afecte el entusiasmo inicial de alguno de los cofundadores, hasta, incluso, hacerlo desaparecer por completo.

En esos casos, al resto del equipo que permanece comprometido con la empresa, sólo le queda la opción de “sacar al socio” en cuestión negociando la compra de sus acciones, lo que puede llegar a convertirse en un proceso muy costoso tanto en términos económicos como emocionales.

El acuerdo de Vesting, surge como una adecuada respuesta a este problema, como asimismo, al establecimiento de metas asociadas a nuevos inversionistas que quieran participar en una segunda etapa del proyecto.

Imagen por VRAINZ Accelerator

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¿En qué consiste un Vesting?

A través del Vesting, los socios de una startup establecen que la concreción de los derechos sobre la posición societaria queda condicionada al cumplimiento de ciertas metas, como la de mantenerse en la sociedad por una cantidad mínima de tiempo o la consecución de determinados hitos preestablecidos, sea la obtención de metas de venta, generación de alianzas estratégicas o levantamiento de capital.

Se trata, básicamente, de establecer incentivos/sanciones para que los miembros de un equipo se comprometan con el resultado del negocio, de tal suerte que su participación societaria, más allá de la distribución inicial consignada en la constitución de la sociedad, sea equivalente con el nivel de compromiso demostrado durante la ejecución del proyecto.

 ¿Cómo funciona?

El vesting es una clase de pacto de accionistas que puede incluir distintos acuerdos.

Es habitual, por ejemplo, que con la finalidad de conseguir la permanencia de los socios, sea por sus conocimientos científicos, técnicos o comerciales, se establezca un período de vesting de 48 meses en los que la sociedad, inicialmente, tiene el derecho de recompra del 100% de las acciones de los socios al precio inicial de las mismas.

Luego, este derecho de recompra se irá disminuyendo a medida que se cumplan los hitos o metas establecidos, hasta que, finalmente, quede reducido al 0% y se consoliden definitivamente las acciones de los socios.

De esta manera, se establece un claro incentivo económico para que éstos no vendan sus acciones prematuramente, afectando el desarrollo del negocio, porque de lo contrario la sociedad podrá comprárselas a un precio inferior al de mercado.

Requisitos fundamentales

El Vesting es un acuerdo muy utilizado en USA, especialmente en Silicon Valley, pero su aplicabilidad en Chile requiere una adaptación a ciertas condiciones propias de nuestra legislación.

1.- Tipo societario: En primer lugar, para poder realizar un acuerdo de estas características, es necesario que la startup se haya constituido como una sociedad que divida su capital en acciones.

Es decir, como una sociedad anónima o sociedad por acciones, dado que sólo en ellas se pueden constituir acuerdos o pactos de accionistas como los que regulan estos acuerdos.

En las sociedades de personas, como la sociedad de responsabilidad limitada, un acuerdo que modifique a posteriori el porcentaje de participación inicial de los socios requiere de una modificación de los estatutos.

2.- Etapas, metas y plazos claros: En segundo lugar, para poder solicitar la redacción de un acuerdo de vesting, los emprendedores deben tener claras las etapas de desarrollo de su proyecto, las tareas que deberán realizar los miembros del acuerdo, y la valorización en porcentajes de propiedad de la compañía que implicará el cumplimiento de cada uno de los hitos que se establezcan dentro del acuerdo.

3.- Plazo de permanencia: En tercer lugar, se establece un tiempo mínimo de permanencia en el proyecto para poder recibir parte de las acciones de la startup, asegurando al menos, en el proceso inicial de puesta en marcha, la participación de los miembros del equipo, o autorizando a los miembros proactivos, la remoción de la propiedad de socios con un grado de compromiso menor al deseable.

4.- Derecho de recompra: En cuarto lugar, la manera de operacionalizar este acuerdo en razón de la normativa chilena, es posible incluir una cláusula de call option y opción de compra a favor de la compañía por las acciones de un socio que no cumpla con el plazo mínimo de permanencia, y con sus hitos de productividad, a un precio nominal previamente determinado en el mismo pacto.

5.- Designación de arbitro mixto: Por último, es muy importante en la redacción de un acuerdo de vesting, definir previamente qué persona o institución contará con el poder de resolver cuando se han cumplido o no los hitos establecidos por las partes.

En este sentido, es necesario considerar los costos de nombrar un centro de arbitrajes determinado o solicitar la designación de árbitro vía tribunales, dado que, para una startup en proceso de formación, los costos asociados a esta vía suelen ser demasiado altos.

En definitiva, es recomendable nombrar como árbitro mixto a un profesional calificado de la confianza de las partes, como el abogado asesor de la compañía, que conoce  el plan de negocios, la historia del proyecto y la legislación aplicable.

Fuente: LegalKick

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Crescente Rengifo

Hola, soy Diseñador Digital de la UDD, Actualmente trabajo como Director de Diseño en Broota.com.

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