¿Un emprendimiento tradicional se puede convertir en startup?

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¿Un emprendimiento tradicional se puede convertir en startup?

Una startup se define típicamente como una empresa emergente, generalmente tecnológica, que busca desarrollar un modelo de negocio escalable con crecimiento exponencial. Esto se diferencia de un emprendimiento tradicional, que busca crecer de manera más gradual y que no necesariamente busca exponencialidad. ¿Un emprendimiento tradicional se puede convertir en startup? En este artículo te lo cuento.

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Quizás seas muy joven para leer esto, pero cuando yo era chico, el panorama familiar de los sábados era arrendar películas en el —ya extinto— Blockbuster. Aún recuerdo acompañar a mis hermanas a recorrer sus pasillos para buscar nuevos estrenos. El olor a plástico de las cajas de los VHS, los pisos alfombrados e incluso tener que pagar multas por atraso, son momentos de los que uno jamás se olvidará.

No pasó mucho tiempo para que irrumpiera súbitamente Netflix, plataforma que actualmente es un ícono en streaming y que cambió por completo la forma en que hoy vemos películas y series de televisión. Ya todos nos olvidamos de Blockbuster.

Lo que no muchos saben, es que Netflix no nació precisamente siendo una startup. En sus inicios, esta plataforma —cofundada en 1997 por Reed Hastings y Marc Randolph— era un servicio de alquiler de DVD por correo… ¡correo postal, no electrónico! El tiempo pasó y reconocieron la tremenda oportunidad de ofrecer contenido en línea a través de la transmisión de videos, lo que finalmente los llevó a convertirse en lo que es hoy: una plataforma líder en su industria. 

Este ejemplo demuestra que los emprendimientos tradicionales sí pueden transformarse en startups. Para lograrlo, eso sí, los founders deben identificar oportunidades de mercado, pivotar hacia modelos de negocio innovadores-escalables y adaptarse a las necesidades (muchas veces cambiante) de los consumidores. La capacidad de adaptación, la visión estratégica y la ejecución efectiva son factores clave en el éxito de estas transformaciones.

Si nos centramos en casos locales, lo que ha hecho Ecoterra ha sido muy llamativo: comenzó como un emprendimiento tradicional de producción de huevos de gallinas criadas en libertad. Después de cinco años, evolucionaron al establecer una plataforma colaborativa, lo que les permitió escalar su negocio y expandirse hacia otros productos. Se “startuperizó” (si es que existe ese verbo) aún más con la implementación de la tokenización para garantizar la trazabilidad de los productos y promoviendo la transparencia en la cadena de suministro. 

«Mi emprendimiento no es startup, así que no puedo postular a un fondo que me recomendaron»—Me dijo el otro día algo frustrado José Luis, un amigo abogado que no está muy al tanto del ecosistema startupero chileno y que hace rato quería innovar con su emprendimiento clásico. 

Yo le dije que un emprendimiento sí se puede convertir en startup, que no es fácil ni factible para todos los casos, pero que sí se puede. Por eso me animé a escribir este artículo, donde te explicaré qué factores debes considerar para que tu emprendimiento eventualmente se convierta en una startup.

1.- Innovación y tecnología: 

Las startups suelen estar asociadas con la innovación y la tecnología. Si bien no siempre ni todas, es importante. Si un emprendimiento tradicional puede adoptar nuevas tecnologías o desarrollar soluciones innovadoras en su rubro o industria, tiene más posibilidades de transformarse en una startup.

2.- Modelo de negocio escalable: 

Esto es clave. Las startups buscan crear modelos de negocio escalables que les permitan crecer rápidamente y capturar un mercado más amplio. Un emprendimiento tradicional debe evaluar y hacer ajustes en su modelo de negocio para que pueda crecer y expandirse de manera exponencial y de manera continua en el tiempo.

3.- Enfoque en el mercado global: 

Las startups suelen tener una visión de mercado global desde el principio. Si un emprendimiento tradicional puede adaptarse y orientarse hacia un mercado más amplio, considerando la posibilidad de expandirse internacionalmente, podría tener el potencial de convertirse en una startup. Si por el contrario, se enfoca solo en el mercado local, entonces es imposible que se convierta en startup (sobre todo considerando que el mercado chileno es pequeño).

4.- Disrupción del mercado: 

Muchas startups buscan disrumpir o cambiar radicalmente un mercado existente. Si un emprendimiento tradicional tiene la capacidad de generar cambios significativos en su sector, desafiando las formas tradicionales de hacer las cosas, sí puede tener una oportunidad de convertirse en una startup.

5.- Atracción de inversionistas: 

Las startups suelen buscar financiamiento externo para impulsar su crecimiento. En otras palabras, puede ser vital levantar capital con inversionistas a cambio de ceder parte de la empresa (salvo que se haga vía bootstrapping, que no es tan común en la industria). Si vas bien encaminado en los puntos anteriores —y tu emprendimiento ya se convirtió en una startup— entonces debes estar dispuesto a que probablemente debas ceder equity a cambio de levantar capital. 

Ojo que no todo es color de rosa. Es importante recalcar que convertirse en una startup implica más que solo cambiar su propio rótulo. Requiere un reenfoque estratégico, modificar el modelo de negocio, agregar una mentalidad de crecimiento, capacidad de asumir riesgo, la disposición a adaptarse rápidamente a un entorno cambiante y, por supuesto, asumir que probablemente tengas que levantar capital cediendo parte de tu negocio.

 

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