Hugo Benedetti: “La historia dice que a los inversionistas ángeles les fue bien por suerte o porque invirtieron diversificadamente. Yo no me considero un tipo suertudo, así que invierto diversificado”

Compartir:

Hugo Benedetti, Ph.D. en Finanzas, Boston College, es un inversionista recurrente en Broota. Para poner en contexto, actualmente Director del Área de Economía y Finanzas del ESE Business School, de la Universidad de los Andes, voluntario Endeavor Chile, además de ser asesor y mentor de proyectos fintech. Tuvimos una entretenida conversación para conocer su recorrido y visión del mundo económico, financiero y startupero.

— ¿Cuándo y por qué invertiste en startups?

“Hace más de 15 años comencé a invertir en startups. Fue gracias a mi segundo trabajo en un fondo de inversiones, que fue un fondo que sacó Corfo: el AXA Capital Chile, específicamente la línea F2. Fue hace mucho tiempo atrás y si bien se pensó en invertir al estilo VC, la verdad estaba enfocado en empresas mucho más grandes”.

— ¿Cómo se gestó específicamente ese acercamiento?

“Ya existían incubadoras y redes de inversionistas ángeles. Me metí como mentor pensando en la parte financiera y ahí me entusiasmé: comencé a invertir pseudo como inversionista ángel porque en ese entonces lo hice sin pacto de accionistas ni constitución de sociedad, casi en la buena onda para que después ojalá se acordaran de mi ajajaja”

— ¿Te acuerdas qué emprendimientos eran?

“Uhmmm creo que mi primera inversión fue Kiltro, una cervecería y la otra era una edtech, que no recuerdo bien su nombre. Fue hace unos 15 años atrás. Ninguno funcionó, pero es parte del recorrido que uno debe tener”.

— ¿Después de eso seguiste vinculado a este ecosistema?

Sí. Luego pasé por la incubadora de la Universidad de Chile, después por Octantis (de la UAI) y posteriormente conocí a Fede (Federico Iriberry), quien estaba en UDD Ventures. Ya por el 2014 apareció Broota y después del doctorado empecé a invertir en su plataforma.

— La pregunta del millón. ¿Por qué invertir en startups?

“No puede ser exclusivamente por tener rentabilidad. Porque si ese es tu objetivo, es altamente probable que no se cumpla, a menos que tengas inversiones muy diversificadas y muy estudiadas y eso es muy difícil de lograr”.

— ¿Cómo explicarle eso mismo a un inversionista más tradicional?

“Es que hay distintas variables de por qué invertir. Mi sensación es que hay muchos inversionistas ángeles invirtiendo por malas razones. Si tu quieres alta rentabilidad, tienes que tener claro que debes invertir en muchas startups. De ellas muchas pueden quebrar y por eso hay que darle tiempo y diversificación”.

— ¿El inversionista ángel debe tener cualidades distintas a otras personas más tradicionales?

“No creo. Es menos riesgoso que ser emprendedor. No necesitas skills distintas. Si te va mal con la inversión, listo; pero para ser buen emprendedor sí creo que hay que tener cualidades especiales. Como inversionista hay que fijarse un objetivo y entender que implica contribuir más allá, como entretenerse, aprender cosas nuevas, conocer gente, enseñar algo y devolver un poco la mano”.

— Al final es como compartir el cofundar una startup, ¿lo ves así?

“Sí, absolutamente. En su minuto, el inversionista ángel —además de aportar dinero— daba contactos, reconocimiento e incluso ponía el hombro cuando un emprendedor sufría, etc. Y Broota dio cabida a que inversionistas que no tuvieran tanto tiempo y tanta plata pudieran invertir en startups”.

— ¿Crees que actualmente hay mejores emprendedores que antes?

“Creo que el ecosistema ha facilitado la llegada de más emprendedores, en ese sentido llegan buenos y malos emprendedores. Hace 15 años era difícil ser emprendedor por contactos, financiamiento, etc, por ende el emprendedor promedio era muy bueno. Hoy cualquier gallo puede obtener financiamiento y no ser bueno necesariamente. El filtro es menor y en ese sentido hay ideas buenas y no tan buenas. El ecosistema hoy está mucho más variado que antes. Antes habían 20 emprendimientos buenos, hoy hay 200 pero quizás el promedio es más bajo”.

— ¿El ecosistema lo ves mejor?

“Redes ángeles que no funcionaban bien, ya no existen; Incubadoras que no funcionaban, ya no existen. Ha habido una evolución que nos dejó con mejores inversionistas. Ahora hay un apetito más grande en todas las esferas y es bueno”.

— ¿Falta que haya más personas de alto patrimonio invirtiendo en startups?

“Si bien hay algunos family offices dedicados, yo creo que inversionistas con alto patrimonio canalizan sus inversiones en otro tipo de instrumentos y de altísimos montos. Para un gran grupo económico, invertir 50 millones es más un problema que un beneficio directo… pero sí faltan”.

— ¿Crees que este 2023 será un “cementerio de startups” como dijo Matías Muchnick?

“No creo que sea un año más mortífero. Una idea buena y un buen equipo generalmente encuentra inversión. La capacidad de financiar buenos proyectos estará. Lo que sí creo es que nacerán menos emprendimientos. La tasa de natalidad de startups probablemente sea menor y eso es bueno porque las que nazcan probablemente sean realmente buenas. También creo que se valorará el bootstrapping.

— ¿Lo de Betterfly podría pegarle al mercado startupero nacional?

“No creo. Es que a mí me cuesta decirle startup a Betterfly porque compró otras compañías, está valorizada a un monto enorme y eso ya la hace tener una estructura corporativa importante. Es una empresa de tecnología y en ocasiones se sobrevaloran esas compañías. Apretar el cinturón es parte de cualquier compañía”.

— Es un momento positivo entonces…

“Sí, absolutamente. Y esto lo vemos en todas las crisis. Y eso se ha visto en el mundo, que las buenas y más resilientes, surgirán y les irá incluso mejor. El que sobrevive incluso tendrá menos competidores”.

— ¿Cómo ves este 2023?

“En términos económicos estamos en recesión pero en el mundo startup no será un año terrible. De hecho Corfo ha mantenido las líneas porque sabe que los emprendimientos dinamizan la economía. Hay muchos proyectos que no nacerán y por eso habrá buenas oportunidades para las startups buenas”.

— ¿Cuál fue tu primera inversión en Broota?

“No recuerdo (nota de la r: Karukinka, en el año 2020). No fue una experiencia tan mágica, porque mi criterio de inversión lo llamo crowd intelligence y es simple: startup que sale en Broota, startup que invierto… siempre y cuando pueda hacerlo, obviamente. Si la gente confió en la startup y se financió, perfecto”.

— ¿No tienes una tesis clara?

“Es que yo le meto a todas entre CLP 500 mil y 1 millón. No es que mi tiempo sea muy caro, pero no hago perfiles psicológicos a los founders y confío plenamente en Broota. Por eso me encantan los fondos de Broota (DS1 y DS2). La historia dice que a los inversionistas ángeles les fue bien o por suerte o porque invirtieron diversificadamente. Yo no me considero un tipo suertudo, así que invierto diversificado”.

— ¿Por qué la gente debería invertir en startups?

“Tengo dos visiones. La altruista, tiene que ver con que invertir en startups es lo que nos lleva al desarrollo. Es difícil pensar que una gran empresa esté innovando al ritmo que lo hace una startup y por eso son relevantes para el país. Además es entretenido,uno aprende y conoce mucho. Se contagia del entusiasmo de los founders, hay buenas ideas. 

Por el lado de la rentabilidad todavía no sabemos. Hay gente que le ha ido increíble y a otra no. Lo que sí creo, es que la rentabilidad no debe ser el factor principal para invertir en startups”.

Compartir:

También te podría gustar...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *